Escatimando en despliegue escenográfico pero no así en actos musicales, los británicos, a parte de presumir una impecable organización en sus terceros Juegos Olímpicos, demostraron que son los autores de la banda sonora de la época contemporánea. Y lo hicieron con un recorrido por la música que, muy probablemente, ha marcado a las últimas generaciones de la humanidad.
A diferencia de la ceremonia inaugural, una estructura que emulaba la bandera británica fue el único elemento escenográfico de grandes proporciones desplegado durante toda la ceremonia de clausura.
Sin dejar fuera ningún género actual de la música gestada en Occidente, desfilaron por el estadio olímpico grandes exponentes del rock clásico y contemporáneo, del género pop e, incluso, de la música electrónica.
Miembros de grandes bandas, ahora ya desaparecidas, fueron convocados para interpretar sus temas más representativos. Así lo hicieron Ray Davies interpretando Waterloo Sunset, de The Kinks; Brian May de Queen, con We Are the Champions; Wish You Were Here, con los miembros restantes de Pink Floyd, y Wonderwall con Noel Gallagher de Oasis.
La música de The Beatles se escuchó en varios momentos de la ceremonia de clausura; aunque el momento más emotivo se vivió, sin duda, cuando decenas de bailarines hicieron su entrada en el escenario, con Imagine de fondo, cargando las piezas de un rompecabezas gigante que dio forma al rostro de Jhon Lennon.
Reconocidos solistas como George Michael y Annie Lennox también hicieron su aparición de la mano de figuras emergentes de la música pop, como la cantante de 24 años Jessie J (quien, por cierto, fue criticada en Twitter por su mala interpretación del clásico We Will Rock You, de Queen).
Los mejores exponentes de la música electrónica británica no se quedaron atrás; actos como Pet Shop Boys y el DJ Fatboy Slim se presentaron acompañados de un esplendoroso despliegue escénico.
El estadio olímpico de Londres se iluminó con los colores verdeamarela y los ojos del mundo se posaron sobre Río de Janeiro y los brasileños, quienes en los próximos años celebrarán tanto el mundial de futbol de la FIFA como los Juegos Olímpicos de Río 2016. El relevo del fuego olímpico se vivió al ritmo de samba, ritmos afroacaribeños y hip-hop, mientras un fénix se elevaba sobre el suelo del estadio.
Con el apagado del pebetero olímpico dieron por terminados los Juegos de la XXX Olimpiada, celebrada del 27 de julio al 12 de agosto de 2012 en Londres, Reino Unido.
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